martes, 16 de enero de 2018

CATÁLOGO DE BUENAS PARACTICAS LECTORAS





FUNDACIÓ FULL PELL LLIBRE  I LA LECTURA
2018

Este documento recoge un conjunto de ideas y buenas prácticas, que pueden inspirar el diseño de acciones, actividades y proyectos en las ciudades lectoras, pero también que ayudan el Consejo de lectura a ver posibilidades para transformar y mejorar iniciativas que ya pueden tener en marcha. 

Pero este, no es un documento cerrado, sino una primera versi
ón que habrá que ir complementando y actualizando y complementando con nuevas prácticas que vayan poniendo en marcha las diferentes Ciudades Lectoras o que sean descubiertos por partes de los profesionales que trabajan en estos proyectos.

Algunas claves para la implementación de iniciativas

¡BUSCAD INSPIRACIÓN!

En función de los objetivos de trabajo que os hayáis marcado como Consejo de Lectura podéis hacer una revisión rápida y concreta de las ideas y buenas prácticas que os pueden ayudar a resolver los retos que os hayáis planteado.

¡ESCOJED!

De todas las ideas que habéis encontrado, ¿cuáles tienen más fuerza para responder a los objetivos que os planteáis? ¿Cuáles veis más factibles? ¿Cuáles os hace más ilusión adaptar e implementar en vuestra ciudad? Es importante debatir qué nos aportan las diferentes opciones y ver también, si alguna puede vincularse a algo que ya tengamos en marcha, para evitar el peligro de ir programando acciones aisladas que puedan llegar a competir entre ellas. A menudo el impulso de un proyecto o una acción que ya se esté implementando a partir de un nuevo enfoque que pueda ampliar su impacto puede acontecer una decisión estratégicamente más efectiva que la de implementar proyectos nuevos.

¡ADAPTAD!
Sea cual sea la idea que os haya inspirado, podría ser que la adaptación de aquella iniciativa a vuestra ciudad acabe aconteciendo un proyecto completamente diferente de la idea inicial. No tengáis miedo de copiar aquello que a otros les ha funcionado, pero tampoco de transformar aquella idea que vosotros veis detrás de una iniciativa en una propuesta que, en su aplicación, transforme la experiencia original. 

Ahora bien, es importante que, en el caso de querer implementar ideas iniciadas por otros colectivos, os pon
gáis en contacto y les hagáis saber vuestro interés en su experiencia y les consultáis si podrían tener algún inconveniente en que hagáis una réplica. Seguro que, en la mayor parte de los casos, os facilitarán tanto cómo puedan la implementación del proyecto en vuestro municipio y que os facilitarán, además, consejos, recomendaciones y materiales que puedan serviros.

¡PROBAD Y EVALUAD!
La implementación de cambios y propuestas nuevas, por mucho que se hayan trabajado previamente no permiten tener un control absoluto del resultado hasta que no se ponen en marcha. En función de la propuesta valorad la posibilidad de hacer una prueba, un test, acotando un periodo o un perfil de participante. Es importante observar como reaccionan los destinatarios, ¿qué se produce al poner en marcha la iniciativa? y ¿qué no se produce? ¿Es realmente efectiva para lograr los objetivos que nos habíamos propuesto? O ¿a pesar de interesar mucho a los usuarios y tener un resultado interesante, este ha sido completamente diferente al esperado?

Y en funci
ón de estas observaciones, implementad los cambios que consideréis oportunos y ahora, sí, procurad difundir y consolidar la propuesta.

Ideas, buenas prácticas y algunos recursos

CUANDO LOS LIBROS Y LA LITERATURA INUNDAN LA CIUDAD:

Ideas orientadas a mejorar la visibilidad de la lectura, los libros y los espacios para disfrutar en la ciudad, en la escuela, en espacios públicos, comercios, casas particulares.

En la ciudad
La señalización de todos aquellos espacios vinculados de una forma directa con la lectura puede facilitar no sólo su localización sino también su visibilidad entre el conjunto de vecinos y vecinas. Son muchas las ciudades que, con este objetivo han incorporado en la señalización pública de las calles las indicaciones que facilitan el acceso y localización de librerías y bibliotecas, de la misma forma que se indica al peatón y a los coches como llegar al ayuntamiento, a otros equipamientos municipales o a servicios como hoteles, farmacias o parkings.

En este sentido las posibilidades de las ciudades van más allá. Es importante que bibliotecas y librerías puedan aparecer también en mapas de la ciudad que se puedan instalar en lugares estratégicos como la entrada del municipio o que se repartan entre la población residente y visitante en comercios y oficinas de turismo. 
Incluso, algunas ciudades europeas, se
ñalan en sus mapas puntos de bookcrossing o lugares tranquilos que invitan a la lectura. Y en el caso de ciudades que cuentan con esculturas, calles o parques vinculados a la lectura y rutas literarias se puede llegar a producir mapas específicos que recogen todo aquello que tiene que ver con la ciudad y la literatura. 

Tambi
én en el ámbito de la señalización se puede apostar para convertir la lectura en un elemento de “marca” e identidad del municipio, a partir de letreros ubicados en los diferentes puntos de acceso al municipio que hagan saber a todos aquellos que llegan que entran en una “ciudad lectora”. Y para acabar, en algunos municipios se ha promovido la identificación de los equipamientos y establecimientos que están especialmente comprometidos con la lectura a través de un distintivo o placa. En este sentido, se recomienda, que, las entidades que quieran tenerlo puedan presentar un petición por escrito justificando cual es su apuesta para hacer lectores y que el Consejo de Lectura, sea el organismo que revise estas peticiones, que tendrían que pasar una validación anual o bianual.

Tambi
én es interesante valorar si puede tener sentido la edición de una Agenda de *XXX Ciudad Lectora, pequeña y con una periodicidad trimestral, por ejemplo con todas las propuestas de fomento del libro y la lectura del municipio durante un trimestre o seis meses, recomendaciones de libros de la biblioteca y un texto de algún autor local,... que se pueda repartir entre todos los comercios y alumnado del municipio. 

Y por
último, os presentamos el proyecto, embajadores/as de lectura. En Amsterdam, cada año nombran un alcalde o alcaldesa de las bicicletas que vela por ellas y los ciclistas ante la administración. En el ámbito de la lectura se podría valorar la posibilidad de denominar a una persona adulta del municipio o de fuera con un cierto prestigio como embajadora de la lectura. Durante su año como embajador/a tendrá la responsabilidad de promover y difundir la lectura entre los vecinos y vecinas. Podrá hacerlo compartiendo su actividad lectora en las redes, participando de acontecimientos, yendo a leer a los hospitales, yendo a visitar niños de las escuelas para hablar de libros con ellos,...

En los centros educativos:
¿En qué espacios de la escuela o el instituto se hacen visibles los libros y la lectura? ¿Cómo puede el espacio de un centro educativo comunicar que aquella es una comunidad lectora?
           
Creación de cartelerasEl vestíbulo del centro educativo, las salas de espera para alumnos y familias, las salas de maestros o las mismas cristaleras de la entrada pueden ser lugares magníficos donde ubicar una cartelera con información permanente de libros recomendados, la agenda de actividades de la biblioteca pública, la difusión de actividades relacionadas con la lectura que se hayan hecho en el centro o la recomendación de artículos que puedan ser de interés para maestros y familias.         
El sofá de lectura: Las escuelas Can Puig de Banyoles o Francesc Aldea, de Terrassa, son algunos de los centros que han optado para instalar un sofá de lectura donde los niños pueden compartir lecturas de forma tranquila y íntima fuera del aula, acompañados de padres y madres de la escuela, en el seno del horario lectivo. (http://blocs.xtec.cat/ceipcanpuig/2012/06/08/sofa-de-lectura/ )
           
Lecturas en la sala de maestros: Son muchos los centros educativos que tienen en medio de la sala de maestros o profesores una cesta de libros que pueden inspirar y ser un apoyo para el personal docente.
Lecturas en las salas de espera para familias y estudiantes: Presentar una selección pequeña con algún artículo y alguna propuesta de libro recomendado para los padres y madres pero también para cada uno de los ciclos educativos de la escuela puede ser una fórmula sencilla de prescribir y descubrir a las familias lecturas para el ejercicio de su función educativa y para compartir con sus hijos e hijas.

Lecturas en los lavabos:  En la escuela de St. Josep el Pi, de l’Hospitalet de Llobregat hace unos años descubrieron que los lavabos eran un lugar magnífico para difundir las últimas novedades que habían llegado a la biblioteca escolar y dejaban ejemplares, fragmentos o carteles colgados de las paredes o las puertas, para que a nadie le pasaran por alto.

Timbres poéticos: ¿Os imagináis qué pasaría si, en vez de señalar el cambio de clase o asignatura con un timbre de la época industrial pudiéramos escuchar la voz de un alumno o un maestro/profesor leyendo en voz alta el inicio de un cuento o recitando un poema que le apasiono?

Libros en las salas de espera: del mismo ayuntamiento, de los centros de atención primaria, hospitales y de organismos oficiales, pero también de consultas médicas privadas y andenes y salas de espera de aeropuertos, estaciones de tren, metro o autobuses.  

Como ejemplos pr
ácticos de la aplicación de iniciativas en esta línea se pueden citar las del proyecto Nascuts per llegir, del que encontraréis más referencias algo más adelante, y que, entre otros cosas, proponía que los centros de atención primaria y las bibliotecas se coordinaron para poder proveer a las salas de espera de lecturas para los más pequeños y sus familias o los rincones de lectura que las bibliotecas de Granollers mantienen en las salas de espera del hospital de la ciudad (http://www.cobdc.net/12JCD/wp-content/materials/comunicacions/TRULLAS_bibliosalut_granollers.pdf).

Libros en los transportes públicos:
Es probable que en alguna ocasión hayáis visto imágenes de estaciones de metro e incluso convoyes americanos forrados con lomos de libros y estanterías. Y es que en algunas ciudades americanas han intentado explotar las posibilidades que les ofrece el transporte público a la hora de extender el servicio de las bibliotecas públicas. A partir de códigos QR se posibilita el acceso al préstamo de libros digitales de los que aparecen en las fotografías que recubren vagones y andenes, se puede hacer la reserva en su biblioteca más cercana o leer un primer capítulo. Un ejemplo de esta apuesta es la de la New York Public Library amb el projecte “Subwaylibrary” (https://www.nypl.org/blog/2017/06/08/subwaylibrary).
En Barcelona la librería La petita, del barrio del Poblenou, impulsa un proyecto con el título “Contes sobre rodes”, que propone al público familiar escuchar cuentos teatralizados utilizando como escenario los autobuses históricos de la ciudad  (http://beteve.cat/llibreria-la-petita-organitza-sessions-contacontes-dalt-autobusos-antics/) y el Festival Flic, en diversas ediciones y en colaboración con el Institut Metropolità del taxi.

De cabeza a los libros, lecturas en las peluquerías: La biblioteca de Montornès del Vallès impulsó un proyecto de colaboración con las peluquerías del municipio: https://www.montornes.cat/actualitat/noticies/2011/10/27/de-cap-als-llibres

En los bares y restaurantes, libros en la barra, libros en la mesa:
¿Os imagináis ir a tomar una copa mientras disfrutáis de combates e improvisaciones poéticas? ¿Y Poder asistir una vez al mes a una cena más o menos íntima con un autor/a? Las modalidades y posibilidades son infinitas. Hace un tiempo se publicaba una noticia con algunas experiencias llevadas a cabo en varios bares de la ciudad de Madrid, que seguro que se repiten con variaciones en establecimientos de otras muchas ciudades del estado pero que pueden inspirar a aquellos que buscan un referente para lanzarse. (http://www.elmundo.es/elmundo/2011/04/08/ocio/1302254331.html)
En València ciudad el restaurante Chez Lyon, frecuentado por poetas, escritores y gente de la cultura impulsaba un proyecto poético, en el que los clientes escribían poemas que posteriormente el restaurante ponía dentro de una botella, o que el creador ya configura dentro de este recipiente y que vendía con finalidades benéficas desde el mismo restaurante.
¡Ah! Y son muchos también los ejemplos de bares y restaurantes que en motivo de ferias, fiestas o festivales literarios ofrecen menús literarios a sus clientes.

En los comercios:
La biblioteca Carles Morató de Solsona ha puesto en marcha un proyecto para conmemorar el día mundial de la poesía del día 21 de marzo con la colaboración de la poeta Lola Casas, que se ofreció para diseñar un proyecto que expone sus obras en las tiendas del casco antiguo.  

Participan un centenar de establecimientos y la biblioteca hace una selecci
ón de los poemas cedidos por Lola Casas de forma que cada establecimiento tenga uno relacionado con su actividad, se prepararon unas ilustraciones para acompañar los poemas y un concurso que invita a los vecinos y vecinas a localizar las 30 rimas que se esconden entre todos los poemas expuestos y que culmina con el sorteo de un libro de la autora entre todos los participantes.

En los parques, jardines y espacios naturales:
Para que aquellos que salen a disfrutar de la natura puedan también aprovechar la paz y la calma del entorno natural para abandonarse a la lectura de un buen libro o descubrir elementos de aquel entorno en el cual se encuentra a partir de una bibliografía especializada, desde el Parque Natural de la zona volcánica de la Garrotxa han trabajado un proyecto de minibliotecas con la Escuela de Arte Superior de Diseño de Olot, que va en esta dirección. (https://www.julianmarquina.es/minibibliotecas-en-entornos-naturales-y-por-que-no/?utm_source=acortador&utm_medium=hootsuite&utm_campaign=acortadorhootsuite).
Pero también estos espacios pueden ser lugares magníficos donde disfrutar de recitales poéticos o lecturas dramatizadas en un entorno privilegiado. Este es el premio que pueden llevarse todos aquellos que participan de proyectos como el Poesía a los Parques que impulsan la Institució de les Letres Catalanes y la Diputació de Barcelona (http://www.lletrescatalanes.cat/ca/programes/calaix-de-lletres/lletres-i-paisatges). Y basada en la colaboración entre las bibliotecas públicas y la Red de Parques Naturales, encontramos también el proyecto “Parques y bibliotecas... naturalmente!” que busca acercar a los usuarios de las bibliotecas a los espacios naturales de sus territorios y, al revés, hacer que las bibliotecas sean las destinatarias de actividades que las vinculan con los espacios protegidos. (http://parcs.diba.cat/web/l-informatiu/-/xarxa-el-programa-parcs-i-biblioteques-naturalment-difon-conjuntament-el-patrimoni-literari-i-natural-dels-espais-protegits)
Y para acabar, la experiencia de la biblioteca de Palafrugell que organiza unas tertulias organizadas en una histórica barraca de pescadores como es la Barraca de los Liris de Tamariu. Después de las charlas a la orilla del mar se ofrece sardinas, pan con tomate, vino y agua a todos los asistentes. Además de un cremaet popular que prepara la gente de la Asociación de Vecinos y Amigos de Tamariu. Los temas elegidos siempre buscan recuperar nuestra memoria oral ligada al entorno (la pesca, el turismo y los cantos de tasca, el glamour a la Costa Brava...).

En las casas:
Como en Molins de Rei, dónde 4 casas del pueblo acontecieron en ser el espacio privilegiado para disfrutar de recitales poéticos, junto con otros espacios del municipio (http://www.viumolinsderei.com/2017/06/27/les-cases-de-molins-de-rei-somplen-de-poesia-aquesta-setmana/) o como en Esporles, un pueblecito de Mallorca, a los pies de la Sierra de Tramuntana, donde cada dos años, todo el pueblo se moviliza para organizar, con la complicidad de la biblioteca y el apoyo del ayuntamiento un festival de narración que organiza sesiones de cuentos en lugares diversos entre los cuales encontramos patios y jardines de muchas casas del pueblo (http://www.ajesporles.net/agenda/contesporles-2017




Una animación a la lectura en la biblioteca municipal con alumnos de 5 años. 

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